La puerta de entrada es antigua con postigos que dejan pasar la luz y el techo tiene vigas de madera a dos aguas. Posee un pequeño balcón con magníficas vistas.

La sala de estar y la cocina ocupan un mismo espacio. Un conjunto de dos sofás y una estufa de leña entre ambos, convierten el lugar en ideal para mantener largas veladas conversando. Dispone además de calefacción por emisores térmicos en todas las estancias.

Tiene dos dormitorios abuhardillados que le dan un aspecto muy acogedor. Uno con cama de matrimonio y otro con dos camas individuales.

El baño dispone de lavabo, bidé, ducha e inodoro.

La casa está comunicada interiormente con La Cuestezuela por una escalera de caracol con puertas, que permite duplicar su capacidad a petición, pero al mismo tiempo disponer de independencia e intimidad, ya que cada casa es autónoma y dispone de todos los servicios de dormitorios, cocina, baño, etc…